La grandiosidad se encierra en un acto de sencillez...
¿por qué buscamos lo grande en lo complicado?
El
maestro tenía un grupo de discípulos con una marcada e incorregible tendencia a
adorar, incluso al propio mentor. Éste se veía obligado a decirles una y otra
vez:
-No
quiero que me demostréis ningún tipo de adoración ni de obediencia ciega ni
mucho menos abyecta.
Tenía que
regañarles a menudo, porque se empeñaban en adorarle y le rendían un culto
excesivo. Pero un día el maestro decidió partir en peregrinación, los convocó y
les dijo:
-Voy a
nombrar a uno de vosotros mi suplente las semanas que esté fuera. Él se
encargará de vigilar la disciplina y de leeros textos.
El
mentor partió y el sustituto se hizo cargo de su papel. En unos días, el nuevo
preceptor comenzó a comportarse de un modo altivo, distante e impositivo,
mientras los discípulos empezaron a rendirle pleitesía y adoración.
Y el
maestro cada día estaba más pagado de sí mismo y se había vuelto exigente hasta
lo indecible y engreído.
Cuando
el mentor regresó, los discípulos se quejaron de la soberbia y altivez del
sustituto. Entonces el maestro les reprendió seriamente diciéndoles:
-Las
dos partes sois responsables. Mi suplente ha desplegado toda su soberbia,
vanidad y engreimiento, pero vosotros le habéis estimulado a ello con vuestro
comportamiento mezquino e infantil.
sacado de "El libro de la Serenidad"
Ramiro
A. Calle
¿Cómo
encontrar el centro del equilibrio? ¿Cómo mantener los píes sobre la tierra?
Todas las personas queremos sentirnos bien y ser felices, pero para llegar a ser íntegro en el interior, no necesitamos alumbrarnos con focos ajenos, sino encender nuestra luz propia.
"El mayor maestro es tu yo interior. Es el dueño supremo. Es el único que puede llevarte a tu meta y el único que te acogerá al final del camino.
Confía en él y no tendrás necesidad de ningún maestro exterior. Pero, te repito, necesitarás un firme deseo de encontrarlo y no hacer nada que pueda crear obstáculos o producir retrasos. No malgastes tu energía y tu tiempo con remordimientos.
Tus errores deben servirte de enseñanza: no los repitas"
Nisargadatta
Cuanto más confía uno mismo en sus propios recursos y aptitudes, más maduro y controlado tendrá su ego.
Y ¿Qué me gusta de ti?
Me gusta, La sencillez de tus pasos, tus actos y acciones.
Me gusta, La sencillez de tus pasos, tus actos y acciones.
Observo, La
sencillez con la que escuchas y admites consejos.
Admiro, con la templanza que asumes una derrota y La
sencillez de seguir aprendiendo.
Me gusta, La
sencillez con la que das tu opinión.
Adoro, La
sencillez con la que estrechas la mano y ayudas al otro a levantarse.
Me pierdo, en La
sencillez de tu mirada,
Admiro, La sencillez de tu presencia, estar sin estar, brillas.
Recuerda brillar con Luz propia.
No hay comentarios:
Publicar un comentario