martes, 9 de septiembre de 2014

Ten muy claro ahora y siempre lo que quieres para tu vida.

Es bueno recurrir al silencio, retirarte, observar desde otra perspectiva, y con todo lo aprendido reflexionar y ejecutar un plan. Si no tienes una planificación, unos objetivos, unas metas, una estrategia y el foco bien definido, podrías lanzarte al ruedo y ver qué ocurre (también puede ser una buena experiencia, para aprender a reaccionar ante las adversidades) pero siempre te devolverá al punto cero,  y de esto siempre recordaré a Francisco Alcaide, ese punto al que llegaste y en el que intentaste saltar para tomar un atajo, y al final, te tocó regresar atrás y hacer doble trabajo.

De todo se aprende y es necesario pasar por muchas etapas para que vayas acumulando experiencia. Para mí, como yo lo puedo sentir, no hay fracasos y comparto con más personas cuando dicen que “existen los errores” que son los que te ayudarán a agudizar el éxito final.

“La guerra es de vital importancia para el Estado; es el dominio de la vida o de la muerte, el camino hacia la supervivencia o la pérdida del Imperio: es forzoso manejarla bien. No reflexionar seriamente sobre todo lo que le concierne es dar prueba de una culpable indiferencia en lo que respecta a la conservación o pérdida de lo que nos es más querido; y ello no debe ocurrir entre nosotros”
El Arte de la Guerra. Sun Tzu

Foto Acm
He estado mucho tiempo mirando hacia fuera y muchos amigos/compañeros, me lo han dicho tantas y tantas veces, mira hacia dentro y mira por ti.

Y sí, llegan nuevos tiempos y épocas de cambio, tengo muchas ideas apuntadas para poder desarrollar, pero la pregunta es ¿Sigues disponiendo del tiempo suficiente para ponerlo en marcha? Y mi respuesta es contundente, no.

No es que no disponga de tiempo, es si quiero pasar por el mismo proceso que he pasado hasta ahora ; de entregarte al 100 %, de no dormir, de estar todo el día en la calle, como un pillo y comiendo por un euro y medio (una botella de agua y unos triángulos de pisto del DIA)

 “Si quieres ayudar a los demás, primero has de ayudarte a ti mismo”  como me recuerda constantemente mi profesor, Fernando Álvarez, en el curso Directo a la Cima, y del que os quiero compartir cinco reflexiones suyas:

  • Igual que ocurre en los aviones que te invitan a que primero tú te pongas la mascarilla, porque una vez que tú te puedas salvar estás disponible para salvar al resto, regálate los mejores 30 minutos del día, para a partir de ahí estar preparado para llevar tu vida al siguiente nivel  y después ayudar tal vez a tu familia o a quien corresponda.
  • Seguro que tienes muchos motivos para no avanzar y no seguir hacia delante y dejarte parar por esas barreras, pero piénsalo un momento, sólo hacemos cosas para cambiar aquello sobre lo que entendemos que tenemos control.
  • Sólo intentamos mantenernos ocupados, haciendo cosas como si el estar ocupados nos trajera el éxito o más satisfacciones, cuando en verdad no es así, incluso, puede llegar a producirnos agotamiento y desánimo, cuando tras trabajar durante mucho tiempo no estamos llegando a conseguir los resultados que nos gustaría.
  • En muchas ocasiones, el origen de esta situación está en que nos preguntamos, ¿qué tengo que hacer?. Ahí está el error, “nos convertimos en hacedores sin dar importancia al sentido de lo que hacemos, como si nuestra realización personal se encuentre en el hacer” La pregunta realmente importante no es qué tengo que hacer sino qué es lo que quiero conseguir o lograr.
  • No se trata de subirnos al coche y de hacer kilómetros y kilómetros. Nuestro destino en la vida es la consecuencia de los resultados que conseguimos, y estos, son el resultado a su vez de dónde estamos poniendo el foco de atención.


Y termino con otra conocida frase del libro “El arte de la guerra” de Sun Tzu, que además ha salido publicado hoy en El Confidencial.

“El general que avanza sin codiciar la fama y se retira sin temer a la deshonra, cuyo único pensamiento es proteger a su país y hacer un buen servicio a su soberano, es la joya del reino”


Creo, que si sabéis leerme entre líneas, no queda nada más que decir, simplemente, "ten muy claro, ahora y siempre, lo que quieres para tu vida".