Aprender a mirar con benevolencia hará sentirse en paz con el entorno y con uno mismo.
Pensar que, todos actuamos y hacemos las cosas lo mejor que podemos, no creo en la maldad, sí creo en las razones que hicieron provocar esa actitud, siempre hay un por qué de los comportamientos no usuales.
Haz los cambios
por ti mismo, cambia si así lo necesitas y si te hace sentir mejor. La vida es
un largo aprendizaje, y por mucho que no nos guste, seremos unos eternos
estudiantes, siendo la humildad, la asignatura que más tiempo cuesta aprender.
Quita los “no puedo” de tu vida, elimina los “no voy a cambiar, soy como soy”.
Hay una esencia nuestra que no cambiará nunca pero nuestra actitud sí. Nuestra
actitud puede cambiar si es la que nos cierra las puertas en el camino, la
soberbia, el orgullo y el alter ego son enemigos que intoxican.
Todavía hay buenas
acciones de la gente, todavía queda gente amable que te sonríe, que se ofrece,
que te ayuda. Gracias a toda esa gente que da una buena atención y calidad en
su trabajo, a pesar de la que nos está cayendo, gracias a tu trabajo y por tu
lucha saldremos de esta, pero tendremos que unirnos y ser mayoría, es un trabajo
en cadena, no lo olvidemos.
"Que no te importe si no te entienden, a la gente buena le
ocurren cosas buenas". GM
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