La comunicación se rompe cuando una de las dos partes deja de escuchar y se convierte en un aburrido monólogo. Se aprende más escuchando que hablando, "mi vida ya la conozco y quiero aprender de los demás".
Me he dado cuenta que hay falta de interés hacia los otros, demasiada indiferencia nos rodea, formulamos muy pocas preguntas para introducirnos en la vida de las personas. Juzgamos por las primeras apariencias y descartamos a la gente, “no sé el porqué pero no me gusta”, y casi siempre resultan erróneas, no confundamos la primera impresión con la intuición.
Conócete y déjate conocer, conoce e introdúcete en la vida de los demás. ¿Te gusta leer? Pues la vida de cada uno es un interesante manuscrito, estimulante y gratificante son las sensaciones de una escucha activa.
Si sueles ser un monologuista de tu propia historia, cambia el rol, deja que los demás lo cuenten ahora o a la inversa, sé el protagonista de tu vida.
Y cuéntala!!
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